martes, 16 de julio de 2013

A la segunda, Peña Mea...

En esta primavera tan extraña que hemos sufrido tan pronto se te metia el tiempo en nieve y las temperaturas eran siberianas, como venía una mañana de sol y el calor afogaba. En una semana de las siberianas se nos frustró el primer intento a una clásica asturiana, Peña Mea, debido a las malas condiciones de la nieve y lo pindio del terreno. Unas semanas después, nos permitió conquistarla, ya sin nieve pero las nubes nos frustraron esta vez las vistas, aunque las recompensas serían otras...

RUTA: Ermita Les Campes - Collada Doñango - Peña Mea - L'Arcón de Mea - Braña Cerreos - Collada Pelúgano - Ermita Les Campes
LONGITUD: 9,5 kms
DIFICULTAD: Media
ASISTENTES: Diego Nieto, Gerardo, Lolo y debuta José Luis Lorenzo Bobes

Trayecto en vehículo tras desayunar portentosamente en el lugar habitual, charla sobre como estará esta vez la cosa e intercambios varios de opiniones sobre diversos temas de actualidad. Llegada a la ermita Les Campes, tras superar todo tipo de ganado y baches carretera arriba, pertrecho del grupete y se arranca a caminar. No se atisba nada de nieve, alegría....(alterno fotos del intento con nieve y del sin nieve)

El día prometia...

Vamos ascendiendo a lo largo de la pista, que nos conduce en lento ascenso hasta el cruce bien señalizado donde podemos tomar a la collada Doñango, a la izquierda, o bien a la collada Pelúgano, hacia la derecha. Nosotros nos iremos por nuestra izquierda, hacia Doñango, siempre por una marcada pista ganadera.

Parez que va cascar...

Balcón de Doñango
Una vez en la collada, en nuestro primer intento (3 de Junio), se aprecia lo pindio de la "canga" a superar y se comprueba que el estado de la nieve y el terreno, no es el mejor para ello...

Ta culebrizo por arriba...
En el punto donde se aprecian los árboles, nos dimos media vuelta y decidimos ir hasta Pelúgano, a ver que pinta tenía por aquella cara, pudimos subir hasta L'Arcón con bastante dificultad, ante lo cual decidimos en ese punto dejarlo para mejor ocasión. Nos llevamos una buena perspectiva desde la braña Cerreos y de la collada Pelúgano, sin embargo.

Balcón de Cerreos

Extraños tripodes por la zona
En nuestra segunda intentona (15 de Julio) ya no había nieve y la montaña se dejó conquistar, aunque a cambio nos privo de sus magníficas vistas con un poderoso mar de nubes de dónde sólo emergian algunos picos. Sin embargo, la ascensión fue disfrutona, bautizo de fuego para el afamado chef Bobes, que lo dió todo. El itinerario fue el mismo.

En fila de a uno

Dedos y dedas
Esta vez, la pindia "canga" se dejo superar con bastante esfuerzo y nos daba paso a la antesala de los magníficos abismos que encierra esta montaña mágica. Las agujas y aristas rocosas que reinan la zona son asombrosas.

Tobogán de prao

¿Dónde estan los montañeros?
Vamos alternando zonas de pasto con roqueos, y poco a poco vamos aupándonos hacia los contrafuertes de la peña, pasando por rincones idílicos y que a simple vista parecen inaccesibles desde la falda de la montaña. Los pasos se encuentran bastante marcados por el tránsito del ganado.

Al filo del abismo

Camino a cima
Tras atravesar en ascenso la zona boscosa que se aprecia en la anterior fotografía, ya estamos en la antecima y ya vislumbramos desde alguna revuelta el casetón y el índice que marca la Peña Mea. La borrina existente no nos permite apreciar gran cosa, pero el esfuerzo ha merecido la pena por el duende que tiene esta montaña.

El debutante llegando a cima

Hoy si!!

Siempre presente (aunque luego pa casa, as usual...)
Mar de montaña
Tras un buen rato en la cima y en vistas de que no iba a despejar nada más que para la zona de la panorámica anterior, clásica bajada hacia la collada Pelúgano, pasando por L'Arcón con las pertinentes fotos de rigor y los intentos de escalada también de rigor.

Todo para abajo

Vaya par d'illos...

Espléndido
Una vez descendidos hasta la collada Pelúgano, sólo nos queda retornar hacia la ermita de Les Campes siguiendo la pista. Parada en las fiestas de Villoria para tomar las cervezas oportunas, y recompensa inesperada al encontrarnos con raciones de paella gratis, un auténtico lujo. Habrá que hacer una clásica a Peña Mea siempre en estas fechas...!! Gracias Villoria!!

Todas las rutas tenian que acabar así!!